La extracción de humos mediante el uso de la ventilación mecánica o forzada es la mejor solución para garantizar la salubridad del aire en espacios muy contaminados. Los sistemas de ventilación que se instalan en estos espacios deben cumplir lo señalado en el RNE. En ella se establece que dichos sistemas deben ser resistentes al fuego según unos criterios de Integridad, Aislamiento y tiempo especificado en minutos.
El RNE establece que para los sistemas de extracción de humo, la resistencia al fuego debe ser de cuatro horaa. Por otro lado, cuando se trata de la ventilación, dicha resistencia debe ser como mínimo idéntica a la del elemento de compartimentación que atraviesa el aire contaminado.
Las instalaciones de agua contra incendios son tuberías de instalación fija con dispositivos de cierre para la conexión de mangueras y diferentes sistemas de boquillas. Se trata de un conjunto de fuentes de agua, equipos de impulsión y red general de incendios que deben asegurar un correcto caudal y presión del agua necesarios durante el tiempo que sea necesario para la extinción de un incendio en el caso de generarse.
Estos sistemas son de vital importancia para garantizar la seguridad del edificio en el caso de incendio por lo que es imprescindible que en su instalación apostemos por materiales fiables y duraderos cumpliendo todos los requerimientos normativos sin olvidar las fundamentales tareas de mantenimiento de estos sistemas.
Los detectores de humo son dispositivos pensados, en el ámbito edificatorio e industrial, para detectar la presencia de un incendio en el interior de un edificio. La palabra humo hace referencia a la existencia de productos derivados de una combustión ineficiente con partículas en suspensión (cenizas, entre otros). En el ámbito técnico, es preferible hablar de detectores de incendios, puesto que en el caso de una combustión en la que se generen gases únicamente no puede hablarse de humo.
Los detectores de humo o de incendios pueden ser analógicos (indican nivel de la sustancia o magnitud medida, por ejemplo, concentración de un elemento generado durante el incendio) o digitales (detectan presencia o variación de humo, pero sin poder cuantificar el nivel). Si se atiende al uso en edificios, existen 3 tipos de detectores de humo o de incendios: